Allí, bajo un sol radiante, los 30 alumnos de 7º curso que nos acompañaban tuvieron la oportunidad de experimentar el intercambio vecinal en vivo, de forma creativa y deportiva con sus compañeros holandeses en una variedad de talleres diferentes: desde montar en monopatín hasta hacer una película stop-motion. Queremos dar las gracias al municipio de Enschede por un día inolvidable y ¡esperamos con impaciencia el año que viene! ¡Tot ziens!